Los residuos plásticos se acumulan alrededor y son un gran problema medioambiental. Y los envases cosméticos, cuando se convierten en residuo, no se escapan de esta problemática.
Una solución que últimamente se propone es utilizar envases fabricados a partir de fuentes renovables, como por ejemplo la caña de azúcar. La propaganda que los acompaña remarca el origen vegetal de estos envases. Pero evita decir que siguen siendo de plástico, exactamente igual que el que se obtiene en la industria petroquímica. Esto acaba resultando en una falsa impresión que, debido a su origen, son envases biodegradables. Lo que provoca que más de un consumidor tire erróneamente estos envases al contenedor de residuos orgánicos.
En Lilà Cosmètics creemos que este tipo de envases no es la solución, pues en realidad se acaba generando más y más plástico. Tampoco olvidemos que para su fabricación es necesario desviar recursos alimentarios.
Y entonces, ¿cuál es la solución? La solución definitiva seria utilizar envases biodegradables, como empieza a pasar en alimentación. Pero para los usos cosméticos habituales no sirven, pues aún no pueden garantir la protección correcta del producto que contienen.
En Lilà Cosmètics adoptamos el compromiso 3R. Es decir, reducir, reciclar y reutilizar.
Reducimos al máximo el peso de los envases y evitamos sobreembalajes, ornamentos y envoltorios superfluos. Solo utilizamos envases hechos con materiales que se puedan reciclar completamente. Y en cuanto a reutilizar, como no está permitido rellenar envases ya utilizados por motivos lógicos de higiene, hemos empezado a utilizar envases fabricados al 100% con plástico recuperado.
Creemos que es muy importante que estas y otras mesuras se acompañen siempre de una buena comunicación, que informen sin originar malentendidos y eviten que la solución escogida empeore aún más el problema.