En función de su contenido graso, la piel se clasifica en mixta, grasa, normal o seca. Cualquiera de estos tipos puede ser a la vez sensible, es decir, propensa a irritaciones y requiere de una cura especial. En este caso los cosméticos deben llevar el mínimo de ingredientes posibles pues, a mayor número, mayor probabilidad que alguno de ellos cause reacción. No tienen que contener componentes agresivos, como algunos conservantes, sulfatos o alcohol etílico, se tiene que ir con precaución con los perfumes y evitar los que tengan alérgenos.