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LILÀ, COSMETICA ADAPTADA A TU PIEL

Cuando buscas un cosmético, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el tipo de piel. Cuando el producto no está adaptado a las características y propiedades de cada tipo de piel, es cuando tienes la sensación que no te acaba de satisfacer.

A continuación, te explicamos cómo se clasifican los tipos de piel para ayudarte a escoger el mejor cosmético:

En función del contenido graso, la piel se puede clasificar en mixta, grasa, normal o seca. Cada tipo de piel necesita su tratamiento específico.

La piel mixta tiene la zona T de la cara (frente, nariz y barbilla) con exceso de producción de grasa. Esto hace que su aspecto sea brillante y su tacto aceitoso, con poros dilatados y visibles. Es una piel con pocas arrugas, pero que con el tiempo se pueden hacer muy profundas. También es más gruesa y con mayor peso, por ello es más propensa a la flacidez.

La piel grasa tiene las mismas características que la mixta, pero en el conjunto de la cara. Es una piel predispuesta a padecer acné, que es más habitual en la adolescencia, donde los cambios hormonales alteran la secreción grasa cutánea.

La piel normal es el tipo ideal pero, a pesar de su nombre, no es la más usual. Es equilibrada, no tiene exceso de grasa y tampoco zonas resecas. Es lisa y de tacto suave, flexible y con poros finos.

La piel seca produce menos grasa que la piel normal. Es fina, con aspecto apagado (mate) y poros diminutos, proporciona una incómoda sensación áspera, tirante y puede llegar a picar. Es poco flexible y propensa a la aparición de arrugas y descamaciones.

En Lilà encontrarás los productos que mejor se adaptan a tu tipo de piel. Recuerda que para mantenerla cuidada, equilibrada y saludable hace falta seguir un ritual de tratamiento. Éste empieza con la higiene semanal y diaria, sigue con la tonificación y termina con la hidratación.